Montaje

Horror vacui.

Habitar un espacio de manera incontrolada.

Combatir la forma tradicional de ocupar.

Reflexionar, desde la forma, que en los silencios del hacer hay una reflexión sobre la promesa del estar.

Negar la habitación típica, la galería típica, el discurso lineal que señala hacia dónde, por dónde.

Hacer, hacer, hacer, no con un impulso productivista sino para mostrar, que ahí está también el lugar de la reflexión.

Hacer un montaje, un ensamblaje, del gesto y de la compañía, de los afectos y de los procesos, y con ellos, generar otros tiempos para continuar la discusión.

Montaje es un acto performativo, en el que Jazmín Giordano y Lucas Despósito ocuparon un espacio a partir de diálogos materiales y discursivos que transitaron desde Argentina hasta México. De ello, quedan remanentes ensamblados que sugieren transitar por formas expandidas del dibujo, de la escultura y de la arquitectura, y al mismo tiempo, recorren con extrañamiento discursos culturales tan sincréticos como artificiales: lo decorativo, lo académico, lo femenino.

Horror recibe este proyecto como punto de partida para iniciar nuevas formas de actuar en torno a la práctica artística, nada mejor que un montaje para dar cuenta que en el hacer y el mostrar hay, especialmente, diálogo, complicidad y ejercicios del disenso. El horror es, a consideración de muchos, una experiencia de la fisicalidad, una reacción ante el estímulo que podríamos incluso llamar el punto de partida de una experiencia estética devastadora, desde ahí, hay un guiño interesante para pensar el trabajo artístico… o como dicen por ahí, hacer del defecto, un efecto.


Montaje. Lucas Desposito y Jazmín Giordano

Sede: Error, Puebla

Febrero 2020