Lugares comunes

La pintura es todo lo que se siente sobre ella, todo lo que se piensa sobre ella, todo lo que se pone en ella cuando se pinta.

– Lucian Freud

La posibilidad de representación que la pintura provee no está únicamente orientada a la invención de espacios idílicos. Son quizás los lugares profundos, inefables y oscuros de la mente humana, de donde emanan sus temas más interesantes. Proyectar la sensibilidad a través de la pintura es una vía para lidiar con uno mismo y para dar forma a todo aquello que habita nuestra interioridad: melancolía, nostalgia, luto, amor, fraternidad. También, pintar es un camino para establecer conexiones afectivas con lo otro: el camino al hogar, los paseos por el parque, el insoportable frío matutino de una ciudad lejana.

La mayoría de las piezas que integran Lugares Comunes, de Rafael Sáenz, fueron realizadas mientras mantuvo, por más de dos años, su residencia en Londres, y en ellas se concentran sensibilidades que hacen de esta exposición una muestra de gran valor simbólico y emotivo, especialmente porque en ellas existe, de manera velada y metafórica, un anhelo permanente por la vuelta al hogar, a la patria y al padre. Los vínculos que el espectador puede hacer al observar estas obras son aquellos que para Sáenz implican enlazar los paisajes citadinos británicos con la ausencia de todo aquello que implica el espacio familiar costarricense. La extrañeza, quizás, concentra el sentir imperante de esta exposición.


Lugares comunes de Rafael Sáenz

Sede: Galería José Luis López Escarré del Teatro Nacional de Costa Rica

Enero 2017